Hoy en día se conoce más
de un millón de especies de insectos distribuidas en todo el mundo. De esta
enorme diversidad, se estima que en los agro ecosistemas únicamente el 3% de las
especies se comporta como plaga y el 97% está integrado por fauna auxiliar, de
la cual, el 35% está representado por enemigos naturales de las plagas, entre
los que destacan diversas especies de insectos depredadores y parasitoides, el
62% restante lleva a cabo otras funciones. La desinformación de como la
naturaleza se autorregula, ha traído como consecuencia que los agricultores
transiten por el único camino que se les ha enseñado a usar que es la
aplicación en ocasiones indiscriminada de insecticidas para controlar plagas y
que ha sido nocivo para todos Agua, Aire, Tierra, Plantas, Animales y el Hombre.
En contraste, el mayor porcentaje de información disponible se relaciona con
las especies plaga, debido a que en el concepto tradicional de control, las
plagas representan el objeto principal de conocimiento.
Los insectos depredadores son organismos de
vida libre y matan a sus presas al alimentarse de ellas. En forma general, las
hembras de los depredadores depositan sus huevos cerca de las posibles presas.
Al eclosionar los huevos, las larvas o ninfas buscan y consumen a sus presas.
Los insectos depredadores acechan a sus presas cuando éstas están inmóviles o
presentan poco movimiento, en ocasiones las atacan directamente sin acecharlas.
Los depredadores generalmente se alimentan de todos los estados de desarrollo
de sus presas; en algunos casos, los mastican completamente y en otros les
succionan el contenido interno, en éste caso, es frecuente la inyección de
toxinas y enzimas digestivas (Badii et al., 2000; García et al.,
2000).
De acuerdo a sus hábitos alimenticios, los
insectos depredadores se clasifican como:
- Polífagos. Se alimentan de especies que pertenecen a diversas familias y géneros. Como ejemplo se tienen algunas crisopas (Chrysopidae).
- Oligófagos. Se alimentan de presas que pertenecen a una familia, varios géneros y especies. Como ejemplo se puede mencionar a las catarinitas (Coccinellidae) y moscas (Syrphidae) que consumen especies de pulgones.
- Monófagos. Se alimentan de especies que pertenecen a un solo género. Un ejemplo típico es la catarinita Rodolia cardinalis (Coccinellidae) depredador específico de la “cochinilla acanalada de los cítricos” Iceryapurchasi.
En términos generales y
para no confundir términos los insectos depredadores se diferencian de los
insectos parasitoides en las siguientes características:
- Sus larvas o ninfas se alimentan de muchas presas individuales para completar su ciclo de vida.
- Se alimentan externamente, es decir, no penetran al interior de la presa.
- Generalmente son de mayor tamaño que su presa.
En nuestros siguiente
artículo se mencionarán y describirán algunos de los insectos depredadores que
se han utilizado con éxito en el control biológico en la agricultura.
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